Tu experiencia profesional no se mide solo en años ni en cargos ocupados, sino en el impacto real que has generado. Y LinkedIn es el mejor escaparate para mostrarlo. Si quieres diferenciarte del resto y captar la atención de reclutadores o posibles colaboradores, necesitas aprender a contar tu historia con resultados y logros concretos.
¿Por qué enfocarte en los logros y no en las funciones?
Muchas personas usan su perfil de LinkedIn como un duplicado del CV. El problema es que acaban enumerando responsabilidades genéricas que no dicen nada especial sobre ellas. En cambio, los logros muestran tu valor, tu capacidad de aportar y de generar cambio. Eso es lo que realmente buscan las empresas.
¿Dónde incluir tus logros en LinkedIn?
1. En la sección “Experiencia”
Cada puesto que describas debe incluir al menos dos o tres logros concretos. No te limites a escribir «Coordiné un equipo». Explica cuántas personas, con qué herramientas, para qué objetivos y qué resultados obtuvisteis.
Ejemplo:
- «Coordiné un equipo de 6 personas en el diseño de un programa de inserción laboral que logró un 75% de empleabilidad en menos de 3 meses.»
2. En el extracto personal
Tu resumen inicial es ideal para incluir uno o dos hitos clave que definan tu trayectoria. Pueden ser logros cuantificables, premios, o transformaciones importantes que hayas liderado.
3. En la sección “Logros” o “Proyectos”
Aquí puedes incluir iniciativas específicas, publicaciones, reconocimientos o colaboraciones relevantes. También puedes subir documentos, enlaces o presentaciones que respalden tus resultados.
Cómo redactar tus logros para que impacten
Usa verbos de acción
Empezá cada frase con verbos como: implementé, diseñé, reduje, lideré, optimicé, incrementé, gestioné, etc.
Sé concreta/o y cuantifica
No basta con decir “mejoré los procesos”. ¿Cómo? ¿Con qué herramientas? ¿Qué impacto tuvo? Ejemplo:
- «Reduje el tiempo de respuesta al cliente en un 30% mediante la automatización de procesos con Zendesk.»
Añade contexto
Incluye el tipo de empresa, el tamaño del equipo, los recursos con los que contabas o los retos que afrontaste. Esto ayuda a dimensionar tu aporte.
Ejemplos de logros bien redactados
- «Aumenté un 40% la tasa de participación en programas de formación mediante una estrategia de comunicación digital y seguimiento personalizado.»
- «Logré una mejora del clima laboral en un 25% según encuestas internas, tras implementar sesiones de coaching grupal.»
- «Cerré acuerdos con 5 empresas clave que generaron más de 100 nuevas oportunidades de prácticas para estudiantes.»
¿Qué pasa si no puedes cuantificar?
No todos los logros llevan números, pero siempre puedes mostrar impacto cualitativo:
- «Transformé la cultura de trabajo en un equipo con alta rotación, fomentando espacios de diálogo y cohesión.»
- «Fui elegida como mentora de nuevos integrantes por mi capacidad de acompañamiento y escucha activa.»
Mantén tu LinkedIn actualizado
No esperes a una entrevista para hablar de lo que vales. Muéstralo desde ya en tu perfil de LinkedIn. Los logros bien contados te posicionan, generan interés y pueden abrir conversaciones valiosas sin que tú tengas que buscarlas.
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